viernes, 19 de abril de 2013


BENIDORM

Juan Andrés Rodríguez Serrano



En la charla del miércoles 17 de abril hemos tenido como ponente a Juan Andrés Rodríguez Serrano. Dicho así puede ser que muchos no identifiquéis a este personaje. Si os digo que es Don Juan, el párroco de Sant Jaume, todos sabéis a quien me refiero.  
Fotografía de juventud de
Juan Andrés Rodríguez Serrano 

Nacido en Benidorm en 1930, fue hijo del secretario del ayuntamiento de esta localidad. Un secretario que por sus cualidades profesionales y su talante humano ejerció su cargo primero con la monarquía, luego con la república, siguió durante la guerra civil y continuó con el franquismo. Todo un record. Por eso no nos sorprende que su hijo heredara su capacidad de trabajo, su carácter afable y su entrega hacia el prójimo.

Juan Rodríguez descubrió su vocación sacerdotal tardíamente. Había estudiado en Valencia y empezó a trabajar en Benidorm creando, según nos explicó, la primera agencia de viajes y la primera inmobiliaria de Benidorm en 1952. 


Estaba bien situado, era un “soltero de oro” muy bien mirado por muchas jovencitas y sus madres. Pero decidió hacerse sacerdote en la Congregación de los Sagrados Corazones por su admiración hacia el padre Damián de Molokai (la película “Molokai, isla maldita” de Luis Lucia se había rodado en 1959 en Benidorm y los palmerales de la Cala simularon esa isla tropical). Sin embargo, tras una entrevista, los religiosos de esa congregación le recomendaron que se hiciese sacerdote secular ya que habían comprobado que el voto de obediencia le iba a resultar muy dificultoso.

Por eso entró en el seminario de Valencia, se ordenó de sacerdote en 1963 y estuvo destinado en algunos pueblos, entre ellos Torre de les Maçanes, y finalmente en Benidorm donde ha ejercido su ministerio los últimos cuarenta años. Fue el creador de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y su ayuda a todo tipo de personas, pero sobre todo a los más necesitados, le han granjeado el afecto y la admiración de casi todos los habitantes de Benidorm, creyentes y no creyentes.

A continuación os presento el texto redactado por Don Juan. Las fotografías y sus comentarios al pie  son añadido míos.
Al final os incluyo un poema que nos leyó en la charla y que nos muestra otra faceta poco conocida de este bondadoso y entrañable personaje de Benidorm. Según nos explicó mereció una mención en los II Juegos Florales de Benidorm.
(Francisco Amillo)

Ordenación sacerdotal de Don Juan Rodríguez en Benidorm: arriba, subiendo la calle Mayor, abajo, en la Iglesia de Sant JaUme i Santa Anna.



Año 1967: la comunión de los Enfermos por la calle Tomás Ortuño, aproximadamente a la altura del Huerto de Colón. A la izquierda los desaparecidos Almacenes Zaragoza, propiedad de Pedro Zaragoza Orts, y a la derecha el entonces nuevo Mercado Municipal, hoy ya derribado y transformado en parking además de mercado. (Fotografía cedida por la Asociación La Barqueta)




Pueblo de pescadores, marineros y marinos que surcaban los mares y océanos, un pueblo de 3.000 habitantes al final (1939) de nuestra guerra civil.
Sus moradores vivían de la agricultura, de la pesca artesana (local), de la pesca de atunes en las famosas almadrabas que eran capitaneadas por técnicos benidormenses y dedicados al transporte marítimo de carga y de pasaje en los barcos capitaneados por insignes pilotos del pueblo. Capitanes, maquinistas, radiotelegrafistas y marinería de Benidorm le hicieron ser un pueblo acogedor por el trato de sus gentes en diversos lugares del mundo.

Este trato acogedor, junto a sus maravillosas playas, hacen que vayan a visitarnos y a pasar el verano una buena colonia de Valencia, Elda, Petrel, Villena y algunos madrileños, contando Benidorm con cerca de 3.000 habitantes más que se alojaban en pisos de la población y en los hoteles entonces famosos Bilbaíno, Marconi, Posada Mayora y Hostal.


El hotel Marconi fundado en 1934 por Miguel Barceló Martínez.


El espíritu universal y fenicio del indígena atraían a estas gentes, organizándose sus diversiones y deportes y el Ayuntamiento desde 1925 contaba con un a Comisión de Turismo y Playa, que seguramente fuera pionera en el gran turismo posterior de España.
Se organizaban bailes, Juegos Florales, representaciones teatrales y otras formas de cultura de entonces, muchas de ellas contando con la Parroquia de Sant Jaume, música y con el buen hacer de Párrocos y cristianos comprometidos.

Tenía Benidorm 6 escuelas unitarias y una de párvulos, juntamente con las hermanas de la Doctrina Cristiana (monjas) que regentaban dos más.

Era un pueblo hermanado, porque nunca perteneció a la escala feudal de amos y esclavos. Hasta la diferencia de familias más acomodadas que formaban un cierto gheto fueron deponiendo orgullos y apellidos “ilustres” para contraer matrimonios y uniones avanzando sobre el clasismo de la época y romper con distinciones desusadas de muchos pueblos en detrimento de la raza. Aquí no se mostraba el nacimiento de algún minusválido o tontito por enlaces endogenéticos o de familiares cercanos. 

Benidorm era un pueblo abierto siempre a las costumbres nuevas, a la cultura (había muchos universitarios y maestros) y con su escasez de recursos económicos pretendía un cambio de circunstancias que visualizó con la riqueza de su clima y playas, para una explotación dinámica y una aceptación gozosa de nuevos pobladores que brindaron talentos personales para cambiar especialmente el rumbo no tan dinámico de sus trabajos habituales. Benidorm se hace, principalmente, estación turística y asienta más a sus moradores en esta faceta de la economía local.
El parque de Elche y la playa de Poniente antes de urbanizarse. La topografía accidentada explica que esta zona tuviera un desarrollo urbanístico más tardío que la playa de Levante, mucho más llana.


Una faceta muy importante de aquel Benidorm de los años 30 y 40 es la variedad de credos políticos entre sus habitantes (monárquicos, republicanos, socialistas, anarquistas, comunistas, etc.) y no obstante la rivalidad idealística, el fondo común de un gran respeto por las personas y por el buen orden de la sociedad.
Gracias al empeño de todos el 18 de julio, fecha en que había en Benidorm muchas familias de veraneantes acomodados, las autoridades republicanas de entonces supieron guardar sus vidas y con orgullo podemos decir que ningún crimen ni asesinato se tuviera en el pueblo durante la República-guerra civil y postguerra y hasta en el incendio de la parroquia y las imágenes de los santos una porción escogida de todas las tendencias se apresuraron a salvar la imagen de la patrona la Virgen del Sufragio que es un ejemplo histórico de alcance por su custodia en domicilios diversos de idealistas siempre buenos y con Alcaldes generosos y de todo orden. 

 
La Virgen del Sufragio en procesión por las calles de Benidorm. Era habitual que los jóvenes que habían realizado su Servicio Militar  en la Marina llevaran las andas.



Personajes históricos.
Tomás Ortuño, Embajador en Filipinas.
Emilio Ortuño, Ministro de Fomento de Alfonso XIII
Condestable Zaragoza, tío del también famoso alcalde Don pedro Zaragoza, héroe en Cuba.
El ministro Pérez Llorca, uno de lo redactores de la Constitución Española.
Dr. Pérez Llorca, eminente oftalmólogo en Madrid, catedrático.
Dr. Orts Llorca, anatomista de fama mundial y catedrático en Madrid.
Etc., etc.



Billete de Costa Rica con la efigie del benidormense Gaspar Ortuño y Ors, sobrino de Tomás Ortuño, al que alude Don Juan en su artículo. Gaspar Ortuño fue Cónsul General de España en Costa Rica y fundador del Banco Nacional de San José de aquella República. En su honor se puso el nombre de Benidorm a la finca que construyó en el centro de la capital. En Benidorm cedió al pueblo la casa de la familia que se destinó a ayuntamiento. Actualmente se está transformando para ser museo histórico de la ciudad.


Entre la década del 50 al 60 se produce la transformación auténtica de este Benidorm que conocemos.
El plan general de ordenación urbana debido al Arquitecto Francisco Muñoz Llorens y a la iniciativa principal de D. Pedro Zaragoza y equipo de gobierno, con todos sus defectos e injusticias producidas por apresuramiento y talante caciquil de autoridades en aspectos que puedo detallar, fue eficaz en cuanto a su cumplimiento y ordenación de nuevas construcciones. 
Con toda modestia quiero expresar mi aportación a este movimiento de Benidorm y al mismo tiempo entreteneros con mi vocación pastoral y sacerdotal que os detallo verbalmente, sin hacerlo constar por escrito. 
En esta imagen vemos el incipiente desarrollo de Benidorm: los campos de cultivo van dando paso a algunos edificios turísticos, favorecidos por la construcción de la carretera Benidorm-Rincón de Loix en 1953. Aún no se había iniciado la Avenida del Mediterráneo.







SONETO BENIDORM

¿Qué pasa por mi alma vacilante,
Benidorm levantino y mañanero,
cuando miro el contorno zalamero
de tus playas, de tu isla transparente?

¿Será acaso tu castillo arrogante,
que enfilando su proa en el mar fiero
va acallando el quejido lastimero
provocado por las olas en levante?

Ignoro qué hay en ti, pueblo sereno
pues solo con mirarte ya me lleno
y al solo mencionarte me sonrío.

Lo único que sé rincón eterno
es que al pensar en tu perfil bravío
todo en mi persona es gozo pleno. 

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